Artículo publicado en La Opinión el día 7 de junio de 2014
Que la Región de Murcia se sitúe a la cola
de las Comunidades Autónomas españolas en la última Evaluación Internacional de
Estudiantes PISA (OCDE, 2012) realizada sobre alumnos de 15 años en
Matemáticas, Lectura y Ciencias, y con una diferencia de hasta 56 puntos de las
mejor evaluadas, es una cuestión muy seria, incluso alarmante. No es de extrañar
que ante semejante situación nuestro gobierno regional pretenda tomar medidas
que palien tal preocupante resultado.
Como primera actuación y a tal efecto ha anunciado que divulgará los datos de
la prueba de diagnóstico y evaluarála vinculación de su resultado con el estado
en el quese desarrolla la labor educativa de los centros educativos murcianos
con el fin de implementar un plan que
evite las causas que han provocado las malas notas.
Simultáneamente la propia Consejería de
Educación pretende que los padres de la Región que puedan conocer los
resultados de sus hijos en la prueba de diagnóstico realizada el año pasado en
Primaria y Secundaria. Se trata del paso previo a la publicación de los
resultados de los centros que permitirán hacer, el temido para algunos,
“ranking” de centros escolares; un paso que se dará con los resultados de las
pruebas que se celebren este año.
Sin embargo, sólo el anuncio de publicación
del “ranking” ha generado la división de algunos sectores de la comunidad
educativa que por un lado consideran que la transparencia beneficiará a los
alumnos y por otro lado, se oponen a ello por considerarlo innecesario, según han
hecho público a través de los medios.Su oposición, en algunos de estos casos es
tajante, pues alguna plataforma de este sector ya ha advertido recientemente que
tendremos un otoño caliente si el gobierno persiste en estas políticas de hacer
públicos los resultados de la evaluación.
No
resulta fácil entender ni justificar las causas de fondo que se argumentan para
adoptar esta actitudde tapar y por
tanto no afrontar, una realidad que es determinante para el futuro de nuestros
jóvenes y, además, hacerlo desde posturas sociales clasistas e incluso beligerantes.
¿Qué se quiere esconder?¿Por qué se considera la evaluación como peaje
del pobre?, ¿Por qué se considera la excelencia como elitismo?, ¿Por qué no se
valora la cultura del esfuerzo?, ¿Es que no hay nadie que entienda que los
indicadores de la OCDE nos advierten desde hace mucho tiempo que nuestros
alumnos finalizarán sus carreras sin comprensión del lenguaje?
Cansados
de ofrecer recomendaciones para que se mejore la calidad educativa en nuestro
país, y en nuestra Comunidad y observando que los políticos, pese a los datos
que tenemos sobre la mesa,no llegan a ningún acuerdo para mejorar el sistema
educativo, es necesario que todos, unos y otros consideren la trascendencia del
asunto y tengan en cuenta a la sociedad civil que está harta de discusiones y
huérfana de soluciones.
Con
la publicitación de los resultados del estudio sobre los escolares murcianos de
lo que se trata sencillamente esde tomar medidas para corregir ese déficit
escolar que se deriva de esos resultados y tomar medidas directas que son bien simples
y que no supone afrenta alguna para nadie: evaluarel rendimiento de los
alumnos, la eficacia de los centros, el trabajo de los profesores. Hacerlo con
determinación y sin complejos es una obligación para todos los docentes y
promoverla es una responsabilidad urgente de los dirigentes de la política
educativa regional.
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